El tiempo pasa muy deprisa, y muchas de nuestras actividades cotidianas se olvidan muy pronto. Sin embargo, elementos imprescindibles en el devenir de nuestra cultura, no debemos dejarlos caer en el olvido.


Las balsas, balsetes, pozos, etc han sido elementos que permitieron la expansión de la agricultura y la ganadería en el monte, donde además de refugio proporcionado por los «Mases», el agua era necesaria para beber las personas, las caballerías y el ganado. Para conseguir la disponibilidad de agua se recurrio a la busqueda de lugares que pudieran recoger agua, almacenarla y conservarla. Se construyeron mas de 60 balsetes de diferentes formas geométricas (redondas, cuadradas, rectangulares, etc) todas con un fondo arcilloso impermeable, mas o menos profundas y muchas con las paredes cubiertas de piedras de sillería. Siendo elementos importantes asociados a los balsetes las «Güeras», construidas y conservadas para recoger el agua de lluvia, la pila para dar de beber a las caballerias, o las escleras para alcanzar el agua.
Estos elementos, que tan importantes han sido en la cultura de un pueblo ganadero y agrícola, no se deben olvidar, al contrario, deben recuperarse como simbolos vivos de lo que se puede hacer para sobrevivir en un ambiente estepario donde la carestía de agua es una realidad. Y apostaría no solo por su recuperación, sino por enmarcarlos en una exposición-museo donde se exaltara el conjunto «mas, balsete, güera» que tanto significó en nuestro pueblo no hace mas de 50 años.