Todos los años por estas fechas se produce una explosión de primavera, que en algunos parajes llega a ser espectacular.
En concreto, la floración de los cerezos, en un paraje tan privilegiado como es el Valle del Jerte, es un suceso único que ocurre todos los años entre finales de marzo y principios de abril. Los cerezos de las mas distintas variedades van coincidiendo en mostrar sus flores de una forma grandiosa y sensacional. Todo el valle se convierte una pátina blanca que, de forma arrolladora, atrae todos los sentidos.
Floración en Valdastilla 22Flores de Cerezo en el Valle del JerteGarganta de las Nogaleas. NavaconcejoMirador de la Memoria. El Torno.
La ecología del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas explicada por quienes la investigan (L4.35.21)
Despues de tantos años de trabajo en investigación, ha resultado reconfortante poder exponer unas pinceladas de los trabajos realizados a nuevos investigadores. A la vez, ha sido un momento de satisfacción y unión con otros investigadores de distintas generaciones, gracias al trabajo y persuasión de Carlos Herrera que nos unio en este proyecto.
En la foto desde la Izquierda: Pedro Rey, Luis León Vizcaino, Juan Monge, Paulino Fandos, Toni Sanchez Zapata y Paloma Prieto
Este fin de semana se ha dado un gran paso por “los amigos de los balsetes”, se ha realizado una presentación pública de los avances de su trabajo en la restauración de los balsetes del monte de Samper.
Es necesario tener en cuenta la importancia que han tenido los balsetes en la economía y cultura locales, la unión o dependencia con los mases, como viviendas temporales, el mantenimiento de las “agüeras” como medio para recoger el agua. Todo el conjunto era imprescindible cuando la agricultura dependía de las caballerías como fuerza motriz, y la ganadería estaba extendida.
Posteriormente, cuando llega la mecanización generalizada del campo, estos conjuntos “mas, balsete y agüera” pierden su funcionalidad y comienza su abandono y deterioro. Habrá que hablar también de este proceso tan desalentador.
Hoy día, aunque su funcionalidad desapareció a final de la década de los 60 del siglo pasado, estos conjuntos pueden tener su importancia como elementos de interés cultural, representativos de un modo de vida desde finales del siglo XVIII hasta la mecanización del campo. (Hoy día, no tiene sentido mantener el balsete cuando puedes volver al pueblo en menos de una hora). Sin embargo, el balsete, los pozos, o las balsas, además mantenían una fauna y vegetación característica, y un ambiente húmedo que hoy día es importante y necesario. El mantenimiento de los balsetes como puntos de agua dispersos en el monte, que, junto con las balsas, los pozos y los cursos de agua semipermanentes, pueden llegar a mas de 120 puntos, representan un cambio sustancial en el paisaje estepario y casi desértico de nuestro pueblo. Además, de la importancia y puesta en valor como elementos de interés turístico, cultural, deportivo, etc…